A principios de 2022, el colapso de la conectividad en Venezuela alcanzó niveles mucho más críticos que lo observado durante el último trimestre del 2021.
Al hacer historia hay que situar el inicio del descalabro de estos servicios en el año 2007 cuando el fallecido presidente Hugo Chávez nacionalizó la empresa telefónica CANTV en un intento de controlar el sector telecomunicaciones en Venezuela.
La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y su nacionalización arrastró consigo a su filial Movilnet. Esta empresa también ha caído en un momento crítico similar al de su matriz estatal.
En teoría, la nacionalización era muy ventajosa. La empresa dejaría de producir ganancias para un sector privado, para redirigirlas al Estado, y esto a su vez se traduciría en beneficios para la sociedad venezolana.
Los beneficios técnicos serían, entre otros, obtener una mayor amplitud de señal, bajas tarifas y calidad de servicio tanto en telefonía como en Internet. Sin embargo, la disminución de las ganancias al punto de llegar a 0% determinó el futuro y caída de la empresa.
Sin músculo económico para reponer todo el material, personal técnico, falta de inversión y reinversión se convirtieron en el caldo de cultivo para la grave crisis que hoy enfrentan las telecomunicaciones en Venezuela.
En mayo de 2021 el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), presentó un informe sobre conectividad. Según este estudio, solo 34,2% de los hogares tiene conexión fija a la red. Mientras que 54,8% de los encuestados en diferentes regiones del país dijo tener fallas de servicio todos los días.
Ya para mayo de 2021, las telecomunicaciones en Venezuela ocupaban el último lugar en calidad de servicio por los peores indicadores de cobertura y velocidad en América Latina.
Al hacer historia hay que situar el inicio del descalabro de estos servicios en el año 2007 cuando el fallecido presidente Hugo Chávez nacionalizó la empresa telefónica CANTV en un intento de controlar el sector telecomunicaciones en Venezuela.
La Compañía Anónima Nacional Teléfonos de Venezuela (Cantv) y su nacionalización arrastró consigo a su filial Movilnet. Esta empresa también ha caído en un momento crítico similar al de su matriz estatal.
En teoría, la nacionalización era muy ventajosa. La empresa dejaría de producir ganancias para un sector privado, para redirigirlas al Estado, y esto a su vez se traduciría en beneficios para la sociedad venezolana.
Los beneficios técnicos serían, entre otros, obtener una mayor amplitud de señal, bajas tarifas y calidad de servicio tanto en telefonía como en Internet. Sin embargo, la disminución de las ganancias al punto de llegar a 0% determinó el futuro y caída de la empresa.
Sin músculo económico para reponer todo el material, personal técnico, falta de inversión y reinversión se convirtieron en el caldo de cultivo para la grave crisis que hoy enfrentan las telecomunicaciones en Venezuela.
En mayo de 2021 el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), presentó un informe sobre conectividad. Según este estudio, solo 34,2% de los hogares tiene conexión fija a la red. Mientras que 54,8% de los encuestados en diferentes regiones del país dijo tener fallas de servicio todos los días.
Ya para mayo de 2021, las telecomunicaciones en Venezuela ocupaban el último lugar en calidad de servicio por los peores indicadores de cobertura y velocidad en América Latina.
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