¿Qué es la Geopolítica? Geopolítica, geografía y apreciación geopolítica

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Ha sido una constante histórica que la política esté condicionada por la geografía. Pero mientras algunos exageran al grado de dependencia entre una y otra, muchos otros la disimulan. La geopolítica combina el estudio del espacio (geografía) y sus relaciones con el poder (política). Ser ciencia política de los Estados, diferente de la Geografía y de la Politología, le confiere a la geopolítica rasgos específicos, que inevitablemente han de reflejarse en la fundamentación de sus conceptos de espacio y de política.

Las definiciones de geopolítica, divulgadas en manuales y textos especializados, están referidas a las elaboradas a partir de 1925, por los partidarios del pangermanismo y luego del nazismo. Este concepto fue adjudicado a la geografía desarrollada por Ratzel a finales del siglo XIX y que sirvió de fundamento a la geopolítica.

A diferencia de la geografía –que tiene sus antecedentes teóricos en Kant, Humboldt y Ritter- la geopolítica se desarrolla a partir de la publicación de la obra de Federico Ratzel, fundador del determinismo geográfico y cuya tesis central es que el hombre y la sociedad humana dependen del suelo en que viven.

Los factores geográficos, al desempeñar un papel esencial en la vida de las comunidades, hacen que el destino de la humanidad esté determinado por las leyes de la geografía. Las sociedades requieren espacio para vivir y para crecer, si les hace falta el espacio adecuado y suficiente, perecen. En consecuencia, las naciones deben procurarse el espacio necesario a cualquier costo, incluso la guerra; de ello depende su supervivencia. Contemporánea a las obras de Ratzel son también las obras de los geopolíticos británicos y norteamericanos Makinder y Mahan.

La primera gran guerra suministra un gran impulso a las elucubraciones geopolíticas y en la interguerra florece el talento de Kart Haushofer. Con Makinder y Haushofer la geopolítica adquiere su cabal madurez.

La situación que atraviesa el imperio bismarckiano-germano a fines del siglo XIX y principios del siglo XX requería de una disciplina que justificara y orientara la política del Estado alemán. Esta es la raíz de la motivación e interés de los ideólogos de estas potencias por desarrollar el concepto del espacio vital ratzeliano. Haushofer definirá la geopolítica como la disciplina de las relaciones de la tierra con los desarrollos políticos. Tiene como base los sólidos fundamentos de la geografía, en especial de la geografía política, como doctrina y estructura de los organismos políticos del espacio.

En efecto, la idea clave del sistema haushoferiano es el espacio vital (lebensraum). En este aspecto, no hace otra cosa que afinar y perfeccionar la tesis de sus antecesores Considera que la geopolítica debe ser y será la conciencia geográfica del Estado; ella se relacionará con todo lo que afecte directa e indirectamente a la cultura, poder y economía en un Estado; y a la lucha por el dominio de los espacios de la tierra. Sólo una nación cuyo espacio esté acorde con sus necesidades, tanto espirituales como materiales, puede tener la esperanza de alcanzar, alguna vez, una verdadera grandeza.

Muy pocas diferencias encontramos al comparar las consideraciones del sistema haushoferiano con las definiciones contemporáneas de la geopolítica, lo cual no significa que no se hayan producido cambios en la forma de estudio de las situaciones. Aun cuando se conservan las bases de sustentación de los postulados ratzelianos, utilizados en la formación de libramientos de política por los aparatos de Estado, la manera de acordar el estudio, de los factores geográficos, así como la relación de estos con las categorías de la ciencia política se enmarcan hoy dentro en una nueva óptica.

Como resultado debe verse sometida la geografía –o estudio de los factores espaciales- a una doble crisis: el desmembramiento o tendencia a la especialización y a una crisis teórica de sus fundamentos, el camino de las redefiniciones. La disciplina geográfica dejó de ser la expuesta y desarrollada por Ratzel a principios del siglo. La Historia del mundo ha cambiado sustancialmente a partir de la Segunda Guerra Mundial y estos cambios han incidido en su desarrollo.

Nuevas concepciones se pasean por los recintos académicos; la geografía política abandonó el estudio del transporte ferroviario y hoy se ocupa de los conflictos nacionales e internacionales, de las áreas conflictivas del mundo. Geopolítica y geografía se encuentran en el vértice de los conflictos.

Los componentes antropogeográficos de la geografía ratzeliana, dedicada al estudio de las etnias, las razas las costumbres, la moral, etc., son integrados a las recientes concepciones de espacio socioeconómico o de estructura espacio temporal. La geografía cada día se hace más estudio de coyuntura y de sus concesiones de coyunturas; se hace estudio de situaciones y en consecuencia, se hace política e ideología, evidente en la tendencia de la nueva geografía. Esto, lejos de convertirse en desventaja para la geopolítica, parece favorecerla al introducir nuevas formas de entender el espacio, al conjugarse nuevos enfoques teóricos y nuevas técnicas metodológicas, tanto cuantitativas como cualitativas.

La geografía por ser una ciencia de síntesis, se prepara para romper el dualismo y la especialización que la ha caracterizado. El avance tecnológico y los cambios políticos de la sociedad se han encargado de superar la concepción determinista geográfica, y la ciencia política se desarrolla y vincula cada día más a las otras ciencias sociales.

En el marco de las relaciones internacionales y bajo la presión ejercida por el control alcanzado sobre los recursos y el capital del mundo, todo juego de poder tiene una dimensión geopolítica. El espacio geopolítico se entiende como la sumatoria del espacio geográfico más el espacio político, donde interactúan factores fitogeográficos, zoogeográficos, antropogeográficos, económicos, culturales y de organización política propiamente dicha.

La geopolítica debe partir de la integración y no de la sumatoria de los factores. La sumatoria implica una interrelación y ésta, a su vez, una autonomía de factores. Por ello es que los factores pueden ser objeto de estudio de múltiples ciencias. Pero lo importante para la geopolítica no es el objeto en sí mismo, sino la manera de integrarlo e interrelacionarlo con la sociedad, con la organización política y encontrar los mejores cursos de acción para su control. Es en éste sentido la geografía es útil a la geopolítica.

Hoy interesa mucho conocer la localización y distribución espacial y temporal de todos los fenómenos en el planeta. Ello incluye cómo afecta su crecimiento y desarrollo, su grado de contaminación y desaparición de comunidades, grupos o sectores sociales. Cómo los recursos naturales se constituyen en elementos de conflicto o disputa, o cómo se hacen escenarios y/o asiento de la guerra de las guerrillas, refugio del narcotráfico; también como se constituyen en espacios de ocio; parques jardines botánicos; o fuentes de recursos para la industria: reservas forestales o de fauna.

Lo económico –como factor geográfico planetario- trasciende las fronteras. Nadie lo detiene, es hegemónico y todopoderoso. En su estructuración con lo social y lo político, interesan sus efectos directos sobre las ciudades y el campo; la extorsión y la corrupción administrativa, justificada en el uso del espacio, el lavado de dólares y sus efectos sobre los valores de uso y cambio del espacio urbano. Las razas y los credos, en la medida, en que se baten a duelo con los capitales por el control de recurso estratégico. También cuando se reducen las distancias por las comunicaciones y los satélites y se uniformizan las culturas, lo original, lo propio de cada nación.

Así entendido el espacio geográfico es una categoría sometida a múltiples determinaciones, inserta en la trama de los tiempos planetarios, relacionado con otros espacios y sometido a las múltiples fuerzas de centro económico mundial. El tiempo para la geografía, más que un tiempo cronológico, es el tiempo de la realidad externa que determinan su dinámica y su estructura espacio-temporal concreta. Su dinámica, al considerar el tiempo como espacio acumulado, como hecho y no como simple tiempo, se inscribe en el proceso que considera la coyuntura concreta, la situación, como elemento del análisis geográfico espacial.

La apreciación geopolítica permite que una determinada situación se analice como un proceso en el que los factores espaciales involucrados se encuentran sometidos a otros factores (económicos, políticos, culturales, sociales, etc.) internos o externos en ese espacio concreto, a diferentes influencias, tensiones, presiones. Al confluir en una situación de conflicto geopolítico, vienen a conformar como especies de redes, de planos superpuestos, en una muy compleja tela de fuerzas de distinta magnitudes, direcciones y sentidos. Esta multiplicidad de fuerzas, de tensiones de pesos o magnitudes, incide sobre un espacio concreto, en un omento concreto

Al parecer en esta trama los factores tienen un doble comportamiento: se pueden mover en sentido paralelo-cuantitativo, por disponer de cierta autonomía respecto a los factores y en un sentido simultáneo-cualitativo, por estar sujeto a procesos de interacción multidimensional en el tiempo y en el espacio. El paralelismo sería sinónimo de interrelación y simultaneidad de integración. La primera fase o de interrelación paralela, a su vez constaría de dos momentos:

a). Cuantitativo unidimensional relacionado con la autonomía de los factores, la cual permite estudiarlos, aisladamente y apreciar su cantidad, dirección y sentido en sus contexto espacio-temporal. Cada factor se caracteriza también, por tener un tiempo que le es propio, distinto al tiempo de los acontecimientos, pero inmerso en el factor no es solo cantidad, es también calidad, tiene características determinadas por este tiempo inherente a él.

b). Cuantitativo multidimensional o de reconocimiento espacial de incidencias, se corresponde con un momento intermedio entre lo cuantitativo y lo cualitativo, donde los factores se comportan como vectores espacio temporales. Consiste en determinar la incidencia entre los factores, a través de la medición de las interrelaciones de cada vector sobre todos los otros vectores, a fin de determinar sus mayores valores. Ello implica correlacionar al vector a evaluar con la dirección y valorización cuantitativa de cada uno de los otros vectores.

Si intentamos ilustrar la idea de la primera fase de manera gráfica tendríamos: en el primer momento, un conjunto de líneas paralelas, que representaría a cada factor donde los factores tienen diferentes cantidades y esta representa por el grosor de los vectores cuyo grosor no necesariamente es uniforme por ser una función del tiempo. El segundo momento o cuantitativo multidimensional que vendría a medir las incidencias, se representaría los puntos, líneas o áreas, en función al valor de la incidencia. El sentido estaría relacionado con la dimensión temporal para un momento y un lugar.

La segunda fase o de integración simultánea, es la propiamente cualitativa de la apreciación y además la fase de determinación espacio-temporal. Presenta dos momentos:

a). Reconocimiento o selección de los rasgos definidores de la situación o coyuntura geopolítica.
Rasgo 1: Espacio-temporal, cantidad y distribución de población. Potencial demográfico. Sistema de transporte. Distribución, uso actual y potencial de la tierra urbana y rural. Distribución de los recursos naturales. Límites territoriales del Estado (fronteras nacionales).
Rasgo 2: Antropogeográficos. Razas, lenguas, religiones. Idiosincrasia moral nacional. Conciencia nacional.
Rasgo 3: Cultural. Educación y nivel tecnológico. Tradiciones. Manifestaciones artísticas.
Rasgo 4: Económico-espacial. Infraestructura industrial. Fuentes y producción energéticas. Volumen de producción agropecuaria y minera.
Rasgo 5: Organización política militar. Infraestructura sociopolítica. Filosofía política. Estructura del poder. Sistema de gobierno. Relaciones internacionales. Potencia militar.

b). Análisis e integración. Definición de los problemas esenciales. Análisis de los factores espacio-temporales, sociales, políticos y militares. El análisis de los rasgos definidores de la situación geopolítica. Interrelaciones y confrontación de las estructuras geopolíticas. El estudio de los recursos de acción.

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